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Conozca algunas estrategias para poder salir de las deudas

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No es un secreto que la clase media está muy en­deudada; un alto porcentaje de su ingreso lo destina a pagar tarjetas de crédito (incluso compras a meses “sin intereses”), crédito automotriz e incluso hi­potecario. En ocasiones también hay algún crédito personal o de nómina.

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No es un secreto que la clase media está muy en­deudada; un alto porcentaje de su ingreso lo destina a pagar tarjetas de crédito (incluso compras a meses “sin intereses”), crédito automotriz e incluso hi­potecario. En ocasiones también hay algún crédito personal o de nómina.

Sobra decir entonces que esto le impide ahorrar, por­que simplemente no hay dinero disponible. Parte de lo que tiene lo está pagando a plazos. Por ello, tampoco puede enfocarse en crear patrimonio ni en alcanzar otras metas financieras, así lo explica el diario Eco­nomista de México.

DEUDAS

Las deudas son, sin duda alguna, una de las ame­nazas más importantes a nuestra libertad financie­ra. Por ello, salir de ellas debe ser la primera prio­ridad. Después podremos dedicarnos a construir.

Todas las estrategias para salir de deudas implican que uno pueda pagar por lo menos el mínimo en todas ellas y aportar dinero adi­cional a una en particular —una deuda a la cual enfo­carnos primero—. Cuando la hayamos liquidado, en­tonces podremos elegir otra y atenderla.

Esto quiere decir que pagar más del mínimo en todas, por lo general, no es una estrategia óptima o que dé resultados visibles.
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CRÉDITOS

¿Cómo escoger el crédito al que debemos enfocarnos? Hay varias posibilidades. Lo lógico sería elegir el más caro: el que cobra una tasa de interés mayor. Pero, a veces, particularmente cuando el flujo de efecti­vo es muy apretado, vale la pena escoger la deuda más pequeña y no necesa­riamente la más cara. ¿Por qué? Simplemente porque al ser chica, podremos ter­minar de pagarla en menos tiempo. Esto libera flujo de efectivo y nos permite te­ner más dinero para atacar la siguiente.

Es importante mencionar que siempre se puede ha­cer una combinación. Por ejemplo, si una de nues­tras deudas es significa­tivamente más pequeña, podemos enfocarnos en pagar primero ésta y des­pués elegir la más cara para continuar con nuestro plan. Cada vez que eliminamos un crédito —lo terminamos de pagar— podemos volver a elegir el siguiente que li­quidaremos.

Desde luego, antes de ha­cer todo esto es fundamen­tal no seguir usando las tar­jetas de crédito como medio de pago. La meta es pagarlas. Si seguimos comprando con ellas, aunque sea a meses “sin intereses”, nuestra deu­da se incrementa.

Hay personas a las que les funciona cortarlas por la mitad, para evitar tentacio­nes. Recordemos que esto no las cancela, pero nos im­pide seguir usándolas. Otras personas literalmente las congelan: las meten en una bolsa plástica o en un con­tenedor, con agua para que queden dentro de un cubo de hielo. Otros simplemen­te las guardan y se olvidan de que las tienen. Lo que da resultado depende de usted.

ESTRATEGIAS

Existen otras estrategias, por ejemplo: la consolida­ción de deudas, que implica obtener otro crédito con el cual paguemos todas las deudas actuales (de mane­ra que sólo nos quedemos con uno). Esto puede tener sentido siempre que se sus­tituyan por un crédito más barato (irónicamente he visto quienes “consolidan” en algo que les cobra toda­vía más intereses).

Pero también puede ser peligroso, porque si las per­sonas vuelven a utilizar sus tarjetas una vez que las han pagado, empiezan a acumu­lar deuda otra vez (además del nuevo crédito donde las “consolidaron”). Entonces, en poco tiempo están peor que como empezaron.

Desde luego, para obtener un crédito nuevo y consoli­dar deudas, uno debe tener capacidad de pago. Aunque uno diga que es para “con­solidar” sus demás créditos, las entidades financieras no prestan si consideran que la persona no podría adqui­rir un crédito adicional (de hecho, no es bien visto que alguien esté muy endeudado y aun así pida otro préstamo —el riesgo de incumpli­miento es alto).

Finalmente, si uno está muy endeudado y cada día le cuesta más trabajo hacer los pagos mínimos, quizá deba pensar en vender algún ac­tivo para poder dar un pago grande y hacer frente a su situación. No es muy cómo­do quedarse, por ejemplo, sin coche, pero en ocasio­nes es necesario. Es res­ponsable y es una manera de aprender que las deudas muchas veces, en lugar de construir, destruyen patri­monio. 5DIAS

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