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PRODUCTORES DESESPERADOS POR EMBARGOS DEL GRUPO FAVERO

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Temor a perder años de trabajo
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Por Juan Carlos Lezcano F.

Desesperación. Es lo que siente una familia de productores del departamento de Itapúa ante la posibilidad de perder todas sus tierras, las mismas en las que han trabajado durante tres décadas para salir adelante. Denuncian adulteración de documentos con los que una empresa del Grupo Favero, propiedad de Tranquilo Favero, pretende cobrar millones en deudas.

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Los ojos se le llenan de lágrimas. Como hombre de campo, intenta mostrarse fuerte mientras habla aunque la mezcla de desesperación y tristeza termina por quebrarlo. “Treinta años trabajando ahí y ahora, en un minuto, perder todo”, dice.

Fernando Weyh llegó a Paraguay en 1984, desde su Brasil natal. Se instaló en Carlos Antonio López, un distrito del departamento de Itapúa, ubicado a 400 kilómetros de Asunción. Dejó lo que tenía y decidió traer a su familia.

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Cuando llegó, lo que hoy es conocido como Colonia Tirol era un lugar prácticamente inhóspito en el que grandes extensiones de campo estaban cubiertas por yuyales y montes, donde trabajó con sus propias manos.

Desde hace algunos años, decidió dedicarse a la producción de granos. Para ello tiene a su nombre una propiedad de 114 hectáreas, a las que suma otras 220 que alquila.

Como es habitual en este tipo de negocios, decidió establecer contactos con un silo para obtener financiación de dinero, insumos y semillas. Por ello trabajó de manera casi exclusiva con el Agrosilo Santa Catalina SA, empresa del Grupo Favero que tiene entre sus principales accionistas a Tranquilo Favero, conocido como el “Rey de la soja”; y tenía hasta el año pasado como presidente al yerno de este, René Leonidas Zittel.

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A cambio de la financiación, Fernando debía entregar toda su producción. Sus ganancias llegaban una vez que el silo cobraba todo lo que él les debía. Era una cuestión prácticamente rutinaria.

Sin embargo, desde mediados del año pasado que comenzó a recibir visitas de representantes del Grupo Favero que le reclamaban millonarias deudas muy por encima de lo que él asegura haber recibido por parte de ellos. Es decir, Weyh no niega la deuda con el agrosilo aunque asegura que el monto fue abultado, como también ocurrió con otros varios productores de la zona que ya presentaron una denuncia ante la Fiscalía.

Según Weyh, existirían varios cheques supuestamente endosados por él, pero que en realidad tendrían firmas falsas.

Reconoció que en algunos casos firmó documentos pero cuyo contenido fue completado por Vanilson Klieber, quien era el nexo entre productores y el silo. En otros casos, aparecieron documentos que asegura no haber firmado nunca.

En una de las denuncias planteadas por los productores ante la Fiscalía, de hecho ya se detectaron adulteraciones de documentos.

La situación afectaría a unos 80 productores de la zona, aunque la mayoría prefiere guardar silencio, por temor a posibles represalias. Fernando es uno de los pocos que se animó a contar su historia.

A los otros, los iremos conociendo en próximas entregas.

“Voy a quedar en la calle”

“Tengo que pelear. Voy a quedar en la calle che ra’a. No tengo miedo”, afirma Weyh en un momento de la entrevista con nuestro diario (video disponible en ABC Digital).

Como consecuencia de las deudas que supuestamente posee con Santa Catalina, toda su producción ha quedado embargada. Para subsistir, con su esposa se dedican a la venta de productos lácteos.

El juicio, en el que el poderoso Grupo Favero se vio rápidamente favorecido, fue planteado un par de días después de que productores de la Colonia Tirol presentaran ante el fiscal Eduardo Cazenave una serie de denuncias por producción de documentos de contenido falso que habrían sido utilizados para abultar sus deudas con el agrosilo.

Los representantes del Grupo Favero afirman que los productores en realidad simplemente no quieren pagar sus cuentas.

[email protected] Fotos: Roberto Zarza. ABC

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