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¿Quién era Magdaleno Silva?

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Magdaleno Silva, un controvertido político concepcionero, murió asesinado frente a su casa esta semana. Junto a él murieron otras tres personas, incluido uno de sus hijos, luego de ser acribillados por sicarios. ¿Quién era este hombre?
“Con Magdaleno Silva se inició el ingreso del narcotráfico a la política”. El senador liberal Robert Acevedo no titubea cuando se le pregunta su opinión al respecto de la figura del exdiputado Magdaleno Silva, asesinado esta semana junto a otras tres personas por sicarios que lo acribillaron frente a su casa.
Nicanor Duarte Frutos, Magdaleno Silva en la convencion colorada de ayer
Acevedo, afiliado al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), principal rival político del Partido Colorado a cuyas filas pertenecía Silva, es oriundo de la ciudad de Pedro Juan Caballero, ubicada en la frontera seca entre Paraguay y Brasil y uno de los puntos principales por donde pasa la droga que sale desde nuestro país hacia el vecino.
En 2010, luego de ser víctima de un atentado en el que sicarios balearon la camioneta en la que se desplazaba y en el que casi perdió la vida, el senador ya había acusado al entonces diputado de tener vínculos con el tráfico de estupefacientes. “Es el representante del narcotráfico en el Congreso”, había manifestado en aquella oportunidad.
Acevedo había mantenido un particular duelo mediático con su correligionario, el exdiputado y actual gobernador del departamento de Amambay, Pedro González, quien lo había acusado de tener también él vínculos con el narcotráfico. El senador afirma que de ser así no habría recibido una condecoración por parte de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) durante un gobierno colorado.
El político liberal, presidente de la Comisión de Prevención y Lucha contra el Narcotráfico y Delitos Conexos del Senado, señala que Magdaleno Silva no era el único beneficiado por sus vínculos con los grandes jefes del hampa sino que detrás de él muchos se vieron favorecidos. “Todo un gobierno”, asegura, aunque se rehúsa a entrar en mayores detalles.
LOS INICIOS
Pero vayamos más atrás para tratar de conocer un poco más al asesinado Magdaleno Silva, un hombre que cuanto menos puede ser tildado de controvertido.
Magdaleno Silva Dávalos nació el 22 de julio de 1963 en la localidad conocida como Chaco’i, en el departamento de Concepción en el seno de una familia de escasos recursos. Afiliado al Partido Colorado comenzó a dar sus primeros pasos partidarios en la década de los ’90, más específicamente en 1993 obtuvo por primera vez un cargo electivo al hacerse con un escaño en la Junta Departamental del primer departamento. En aquel entonces se declaraba argañista.
En la segunda mitad de esa década consiguió ubicarse como funcionario de Aduanas en Pedro Juan Caballero, de la mano del entonces ministro de Educación y Cultura, Nicanor Duarte Frutos, quien ya comenzaba a aspirar a cuestiones mayores y apuntaba primero a la presidencia de su partido y después a la cabeza del Ejecutivo nacional.
Y ya desde esa época las críticas contra Silva.
En 1999, docentes denunciaban la injerencia de un operador político del ministro de Educación para establecer medidas que los perjudicaban. ¿De quién se trataba? Pues del mismísimo Magdaleno Silva.
Con la llegada del nuevo milenio, consiguió levantar una radio en Yby Yaú, donde llevaba ya varios años asentado, y con ello llegaron numerosas críticas de que la emisora, todavía pirata en aquel entonces, interfería en la señal de otra radio local.
Siempre de la mano de Nicanor, en 2003 se presentó como candidato a diputado por el departamento de Concepción. Llamativamente, el hombre que trabajaba como transportista y vendedor de helados había conseguido durante su paso por la Aduana de Pedro Juan Caballero, uno de los puntos de mayor ingreso de contrabando de todo tipo, solucionar sus problemas económicos, levantar una radio, comprar estancias y hasta costear una campaña proselitista. Algunas denuncias de la época lo señalaban de hecho como el principal recaudador del nicanorismo en la zona.
Otro polémico originario de Concepción acusaba en aquel entonces a Duarte Frutos de tener doble discurso al manifestar que terminarán con la camarilla que está robando en la aduana. Sin embargo, tenía como precandidato a diputado por su movimiento a Magdaleno Silva, entonces jefe de Aduanas de Pedro Juan Caballero.
Ya entonces se hablaba de su temperamento y soberbia. Cuando asumió como presidente de la seccional de Yby Yaú mandó alzar una nueva sede para la base colorada, obra que se realizó con maquinarias del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Su lema era “Amanda jeyta yma guaréicha” (Volveremos a mandar como antes).
A pesar de todos estos antecedentes, consiguió llegar a la Cámara de Diputados, y lo hizo en dos períodos seguidos (2003-2008 y 2008-2013). Las acusaciones seguían llegando una tras otra.
En febrero de 2006, el periodista Enrique Galeano, quien trabajaba en una radio de Concepción, desapareció misteriosamente. El hombre reaparecía después de 17 meses en Brasil, luego de que se lo diera por muerto. El trabajador de la prensa había cubierto para la emisora en la que trabajaba un cargamento de armas y cocaína en presencia del comisario de distrito Osvaldo Núñez y del entonces diputado Magdaleno Silva.
Cuando reapareció, Galeano acusó directamente a Silva de haber sido responsable de su desaparición, en connivencia con el narco brasileño Luiz Carlos Da Rocha, más conocido como “Cabeça Branca”, considerado el capo más poderoso de la droga en el vecino país y quien estaría afincado en nuestro país desde hace varios años.
ABC Color consiguió comunicarse con Galeano esta semana para pedirle un comentario sobre su desaparición hace casi una década y sobre la muerte de Magdaleno Silva. El comunicador se negó a brindar declaraciones asegurando temer aún por su vida y la de su familia.
Con el caso Galeano saltaron varios antecedentes de Silva sobre casos violentos que nunca habían sido resueltos por la justicia.
Un año después, en 2007, fue acusado de amenaza de muerte y atropello domiciliario en un asentamiento de Antebi Cue, departamento de Concepción. De acuerdo con los denunciantes, Magdaleno Silva se apostó en un sitio desde donde observaba a sus capangas golpear a los campesinos. Los secuaces del diputado actuaron a cara descubierta, fuertemente armados, seguros de la protección que les venía de arriba.
En esa ocasión se denunció que seis meses antes habían sido asesinados dos campesinos en otro atropello al mismo asentamiento. Nunca hubo detenidos por el caso.
Tras la desaparición de Galeano, audios de la Senad revelaron que Silva mantenía conversaciones con el jefe policial de la zona hablando sobre protección a poderosos narcotraficantes.
En 2009, Silva zafó de un proceso judicial por supuesta estafa con dinero del Fondo Ganadero luego de que un juez decidiera archivar el caso.
En setiembre de 2010, un incendio quemó totalmente los equipos de la radio de Silva. En principio se habló de un cortocircuito como el origen del fuego; sin embargo, la esposa del político aseguró que se había tratado de un atentado realizado por desconocidos que rondaban por la zona. En aquella época Silva afirmaría que manejaba información de que sicarios intentarían matarlo.
En 2011, una investigación realizada por ABC Color reveló que una mafia organizada había permitido que Silva se hiciera con tierras en Antebi Cue, comprando derecheras sin ser sujeto de la reforma agraria. Otra vez, el caso quedó impune.
En julio de 2013, una mujer presentó una denuncia contra Silva por el supuesto hecho de agresión. Meses después, en octubre de ese mismo año, un albañil fue asesinado a tiros y el padre de la víctima acusó al exdiputado de ser quien había encargado el crimen.
¿NARCOTRÁFICO?
El de Magdaleno Silva fue uno de los varios nombres de políticos mencionados durante una sesión plenaria del Senado del año pasado en la que un grupo de legisladores presentó un informe sobre los supuestos vínculos del narcotráfico con la política.
El senador Arnaldo Giuzzio del Partido Demócrata Progresista (PDP), exfiscal antidrogas y anticorrupción, fue uno de los que presentó el informe que se había hecho en base a datos que manejaba la Senad. En conversación con ABC Color, explica que los elementos que se encontraron en relación a Magdaleno Silva eran algunas comunicaciones entre él y algunos números que eran monitoreados por la Senad.
Esas comunicaciones eran entre Magdaleno Silva y el coronel de aviación retirado Luis Rolón Arar, jefe logístico de todas las organizaciones criminales en la zona norte. Al hablar de logística en cuestiones de narcotráfico, explica Giuzzio, se está hablando de que alguien podría estar requiriendo de un avión, una pista segura, combustible, entre otras cosas.
“En esas conversaciones en algunos casos se hablaba de dinero”, manifiesta Giuzzio.
Una investigación de ABC Color revelaría su “amistosa” relación con el condenado narcotraficante y cabecilla del PCC, Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo”. Audios que constan en poder de la Senad , revelan que el criminal recluido en la Agrupación Especializada conocía a Silva con el sobrenombre de “Apaixonado”.
En uno de esos audios se escucha cómo Capilo le pedía a Magdaleno utilizar un depósito de su radio para guardar “electrodomésticos”.
Giuzzio relata que en su época de fiscal antidrogas no llegó a tener causa alguna que involucrara a Magdaleno Silva, pero si recuerda que tuvieron un incidente precisamente en la zona de Yby Yaú. “En una oportunidad cuando estábamos allanando un establecimiento ganadero de Jarvis Pavao, un equipo de la Fiscalía y la Policía estaba haciendo un control de ruta, y él se mostró muy molesto por lo que se estaba haciendo”, indica.
“Cuando eso él era diputado ya. Se mostró muy molesto y reclamó que porqué no se le avisó, como si el procedimiento tuviera que ser avisado a los diputados locales. Hubo un pequeño enfrentamiento mediático, pero no paso a mayores. Él más adelante se acercó a denunciar algunos hechos de corrupción en la municipalidad de Yby Yaú”, aseveró.
NO FUE UN HOMICIDIO COMÚN
Magdaleno Silva fue asesinado el pasado martes, mientras se encontraba conversando con su hijo Fernando y otras dos personas identificadas como Félix e Isaac Peña, también padre e hijo. Los cuatro se encontraban sentados en un banco del parque que está frente al domicilio de la familia Silva, en Avenida San Juan y John F. Kennedy, cuando desconocidos llegaron a bordo de una camioneta blanca y abrieron fuego contra ellos.
El exdiputado llevaba con él su arma de fuego, como siempre solía hacer. Hacía apenas algunos meses desconocidos habían atentado contra él y su hijo mientras se encontraban en el predio de la radioemisora de su propiedad.
Existen versiones contrapuestas en cuanto a la cantidad exacta de personas que estaban a bordo del rodado; algunos vecinos dicen haber visto a seis personas y otros solo a cuatro, los mismos cuatro que descendieron del vehículo y sin mediar palabra abrieron fuego contra Magdaleno, su hijo y sus dos socios.
“Fue como una guerra”, relataron algunos vecinos. En el lugar quedaron marcas de balas por todas partes. El informe forense reveló que el cuerpo sin vida del político presentaba 4 orificios de entrada de balas; su hijo, 18; Isaac Peña, 14 y Félix, 2. El forense del Ministerio Público, Dr. Pablo Lemir, llegó a admitir que no podía concebir la manera en la que tantos proyectiles habían entrado en un solo cuerpo.
“Lo único que podemos razonablemente pensar es que no fue un homicidio común. Hubo ensañamiento en ese homicidio. No era un homicidio común, originado en un enfrentamiento verbal, como tantas veces solemos escuchar que pasa en el interior del país. Hay algo que provocó el enseñamiento con el que se realizó el tema. Parecía un ajusticiamiento”, manifiesta al respecto Giuzzio.
Acevedo lamenta lo ocurrido, pues esto genera miedo y enluta a toda la zona. “Esto ocurre porque el narcotráfico nadie combate en forma”, afirma. Recuerda que de un tiempo a esta parte veía con frecuencia a Silva en la zona de Pedro Juan Caballero, donde tenía un matadero, tratando de trabajar de manera legal. Sin embargo recordó que cuando estos esquemas ya no encuentran utilidad en alguno de sus componentes o si alguien pretende salirse de ellos, suele pagar con la muerte.
“Los grandes (narcos) nunca caen, son intocables. Los que caen son los de abajo. Magdaleno ya no tenía poder”, sentencia.
Cuando en setiembre pasado había sido ya víctima de un atentado, Magdaleno advertía de las consecuencias que se podrían desatar. “Si me mataban, iban a decir que me morí en mi ley”, dijo en una de sus tantas intervenciones mediáticas. “Te aseguro que tengo los medios para hacer. Si ahora mismo le digo a mi gente: ‘Vamos a ir a acribillarle a esta persona’, se va a armar un bochinche, una guerra sin cuartel”, afirmaba fehacientemente Silva en un audio que circuló luego del atentado.
Tras el atentado los dos rivales políticos de Silva, el intendente Elvio López y el diputado Alsimio Casco, decidieron abandonar Yby Yaú. El legislador relató que uno de los sobrinos del asesinado político colorado fue hasta su casa la misma noche del crimen y a gritos advirtió que sería uno de los que pagaría por el crimen. Antes, uno de los hermanos Silva Dávalos amenazó con una pistola que llegó a gatillar al médico que constató la muerte de Magdaleno.
Este era, a grandes rasgos, Magdaleno Silva, el político colorado asesinado esta semana y que había anunciado que si le pasaba algo así sería vengado por su gente. Una venganza que ya comenzó a generar supuestas amenazas en Yby Yaú. Ahora, habrá que ver cómo se desarrolla la investigación para esclarecer un caso que sacudió al Paraguay en la semana que llega a su fin.
[email protected] – @juankilezcano
ABC

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