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Maris Llorens: “Con el ganado arriba de los US$ 3 el productor puede reinvertir y el frigorífico seguir trabajando”

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La directora de Viradolce y expropietaria de Frigomerc, entrevistada por El Agro, destacó la importancia de “trabajar juntos productores e industriales en la penetración de los mercados para lograr una valorización de la cadena cárnica”. Consideró que el Instituto de la Carne “debe ser liderado por técnicos capaces e independientes”, y aseguró que “el ganado top paraguayo, por el valor de nuestra carne y su nombre en el mundo, vale arriba de los US$ 3 el kilo al gancho”.

– ¿Cómo observa el negocio ganadero?

– El negocio ganadero lo vi un poco decaído en los últimos años. Hay que recordar que se inició fuerte la exportación de carne cuando estaba el presidente Nicanor (Duarte Frutos) que dio apertura y apoyó el trabajo público y privado, y muchas personas se olvidan que sin las relaciones exteriores no podemos hacer nada. Porque éstas, finalmente, son nuestro norte, a parte de otros aspectos también importantes como la sanidad, por ejemplo. Posteriormente se desataron periodos críticos para el sector, como la aparición de la fiebre aftosa. Hasta el primer suceso muchos no entendían de qué se trataba la sanidad animal, pero después, gracias a un trabajo serio y conjunto, todo empezó a cambiar. Superado el segundo evento sanitario la ganadería en Paraguay mantuvo un crecimiento, sin embargo en los últimos dos años comenzó a bajar el valor de nuestro producto al gancho. Y si el productor no tiene un retorno como estaba acostumbrado, lógicamente no puede reinvertir. Todos piensan que hacer ganadería es fácil: que es alambrar, poner un poco de agua, vacas y después se vende. Pero no es así, implica mucho más para superar exigencias y lograr calidad. Y al no tener una entrada de precio similar a la de años anteriores, ha caído la inversión en el sector.

– ¿Qué se debe hacer para recuperar ese precio?

– El valor de la carne no lo marca el país, sino que lo determinan los mercados mundiales. Lo que reclamo es que no exista, por parte de Paraguay, una penetración en los mercados. No solo se trata que la Cámara de la Carne vaya a una feria grande, la Asociación Rural también lo debe hacer. Somos todos actores de la misma película. Si ambas gremiales no se sientan a discutir y diseñar un plan, es más difícil mejorar. Se debe promover el producto en un mundo cada vez más competitivo, y la competencia no para nunca, sigue siempre. Insisto, hay que trabajar por sí mismo. Senacsa debe ser muy serio y muy duro sobre la sanidad animal, pero no a vender nuestra carne, no es su competencia. La Cancillería tampoco. Quién tiene el mayor interés de vender la carne al mejor precio, ante que todo, es el ganadero. Por lo tanto, se debe sentar con la industria y construir una ruta, sin que se pasen por encima unos a otros. Hay que entender que todos somos lo mismo, y si el ganado se pasará a pagar US$ 3,10 en lugar de US$ 2,90, estoy segura que todos ganamos.

– ¿Qué pasa con los mercados?

– Hay que trabajar en otros mercados que tenemos abiertos y no vendemos, se que hay mercados que no son interesantes para vender porque nuestro producto es muy bueno e implica un precio elevado. Pero tocando puertas se encuentran líneas donde piden una variedad de producto que no les importa pagar más caro, siempre y cuando tengan continuidad.

– ¿Se debe pensar en China?

– China Continental es un mercado muy grande, pero no estoy de acuerdo con los eventos que pasaron últimamente. Brasil y Uruguay lo saben perfectamente porque quedaron colgados con contenedores y cambios de precios. Entonces, si vendo algo a un precio no me pueden cambiar en el camino porque se les antojó. Y qué pasa, los importadores dejan colgadas a las industrias y, por consecuencia, éstas van a dejar colgados a los productores, es una cadena.

– ¿Entonces no hay que pensar en China?

– Estoy de acuerdo en vender a China pero sin sus exigencias de romper las relaciones con Taiwán. No hay dudas que China es muy importante pero tienen exigencias políticas, que eso no va a pasar, y te pueden cambiar las reglas de juego. Hace más de 50 años que Paraguay trabaja con Taiwán, ellos compran carne y ahora dejaron la cuota abierta. Qué falta, el rol privado de viajar al país para visitar a los importadores, promover el producto con demostraciones y degustaciones, y mejorar contratos. Además de dar un valor agregado a los cortes, en lugar de enviar carne para la industria, que se vaya para las góndolas.

– ¿La plataforma de promoción del producto con integración público privada es el Instituto de la Carne?

– Es posible. Pero el Instituto de la Carne como estaba diseñado no era viable, porque no puede ser la Asociación Rural ni la Cámara de la Carne quién decide qué está bien y qué está mal. Se debe pensar en un Instituto serio, con técnicos capaces e independientes de cada una de las partes.

– ¿La valorización del producto pasa por nuevos mercados o agregar valor en los mercados actuales por medio de esa plataforma?

– Creo que todas las cosas andan juntas. Por ejemplo, estamos con todos los documentos para ingresar a Estados Unidos, pero no se debe pensar en sumar toneladas y toneladas, no se trata del volumen. El hecho es que Estados Unidos abre México, Canadá y muchas opciones más. Y una vez abierto hay que promocionar, se debe trabajar unidos y no tomar descanso porque se logró el ingreso a un destino.

– En Paraguay estuvo en los dos bandos, lideró una industria y se dedica a la producción de ganado. Los ganaderos han denunciado en varias ocasiones que la industria no es justa con el precio que está pagando el ganado de acuerdo al valor medio de exportación, ¿cómo ve esa relación?

– Hay una falsa idea que toda la facturación del frigorífico es ganancia. Eso no es verdad. El frigorífico tiene un volumen mínimo de faena para continuar abierto y pagando a proveedores y demás. Pero al mismo tiempo, coincido y no estoy de acuerdo con los precios que me paga el frigorífico. Y ahora vuelvo a decir lo mismo: se debe sentar la ARP y la Cámara de la Carne para consensuar y buscar alternativas que valoricen la producción. Está claro que todos podemos ganar más. Falta la penetración de mercados y una promoción de la carne. Nuestro producto vale, es de excelente calidad y no tiene nada que envidiar a nadie. Se debe trabajar mejor en favor de todos, porque si el ganadero para de invertir no hay más ganado, y qué hacen los frigoríficos. Es un círculo y sin el diálogo no vamos a ningún lado.

– ¿Qué considera que falta para lograr esa cercanía en beneficio de la ganadería?

– Acá nadie puede ser la estrella del film. Debemos estar juntos: somos todos estrellas o nos estrellamos todos. No queda otra.

– ¿Cuál sería el precio justo del ganado?

– Hace algunos años habíamos llegado a US$ 3,30 o US$ 3,40 y fuimos los más altos de América Latina, tampoco hay que estar pendiente de eso. Pero creo que nuestro ganado, el top, vale arriba de los US$ 3 el kilo al gancho. Nuestra carne de exportación vale y tiene un nombre, y arriba de los US$ 3 el ganadero puede reinvertir, hacer más volumen y los frigoríficos continuar trabajando.

– ¿Qué piensa sobre la aftosa y la posibilidad de dejar de vacunar el rodeo?

– Concuerdo con muchos otros, no estoy de acuerdo con dejar de vacunar contra la fiebre aftosa. El virus está latente en cualquier parte del mundo. Mirá lo que sucedió con el coronavirus en China, fue en humanos, pero el mundo se ha hecho más chiquito. Por eso pienso que al menos una vez al año se debe vacunar. No daña y es por la seguridad de todos, además no implica restricciones a los mercados, un caso claro es el ingreso de Uruguay al mercado de Japón.

Fuente: El Agro | 

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