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Cannabis medicinal abre las puertas a un nuevo rubro de exportación

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La industria farmacéutica no solo cultivará por primera vez el cannabis legal en Paraguay, sino que también se encargará de la producción del aceite medicinal para el mercado internacional.

Cannabis medicinal abre las puertas a un nuevo rubro de exportación

Como la demanda local se cubrirá desde el sistema público, las farmacéuticas apuntan a la exportación del cannabis medicinal.

A fines de diciembre se conocerán las cinco firmas que tendrán la licencia para participar del Programa Nacional para el Estudio y la Investigación Médica y Científica del Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus Derivados, creado por la Ley 6007.

El objetivo es dar respuesta a los pacientes que necesitan de este medicamento, entre ellos, los que viven con epilepsia refractaria. En el caso de los que acudan al sistema de salud pública, podrán recibir de manera gratuita, ya que la normativa contempla que los laboratorios donen hasta 2% de su producción al Estado.

EXPECTATIVAS. Desde el punto de vista comercial, el director de Coordinación Interinstitucional del Ministerio de Industria y Comercio, Luis Carlos Elías, explicó que, de acuerdo con las estimaciones, como el mercado nacional es pequeño, el objetivo es el internacional.

El gerente de Laboratorios Lasca, Luis Ávila, coincidió en ese aspecto y explicó que Canadá y países europeos son los principales destinos, destacándose Holanda y Alemania.

Canadá también es un productor y junto con Estados Unidos, Israel y Uruguay representan una competencia para Paraguay, pero, según Ávila, en el último caso las condiciones climáticas y de suelo son más favorables.

De hecho, las firmas interesadas presentaron un plan de exportación, donde figuran el país de destino y el estatus del cannabis para tener garantías de que su uso será exclusivamente para fines médicos y científicos.

Además de su aporte a la medicina, para Elías el cannabis significa una oportunidad para las empresas de incorporar un nuevo rubro. “La innovación va a estar dada por los laboratorios nacionales que van a tener toda una línea de productos que ofrecer dentro de un marco legal. Creo que va a abrir todo un abanico de opciones a los laboratorios que puedan generar medicamentos a partir de componentes de cannabis”, opinó al respecto el director de Coordinación Interinstitucional del Ministerio de Industria y Comercio.

El funcionario conforma la mesa evaluadora de las empresas que se presentaron para la adjudicación de licencias, junto con el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), la Secretaría Nacional Antidrogas y el Ministerio de Salud Pública, que es el órgano de aplicación del programa.

EXPERIMENTACIÓN. Todavía quedan uno o dos años de pruebas e investigación de los cultivos, al tratarse de un nuevo rubro en el país, mencionó la directora de Semillas del Senave, Jadiyi Torales.

En total, 21 firmas se presentaron en noviembre pasado con la intención de participar de la licitación, pero solo 12 precalificaron. Entre ellas, solo cinco serán las seleccionadas para producir e industrializar el cannabis (ver infografía).

El siguiente paso es la solicitud de importación de variedades de semillas, equivalentes a 1.000 plantas. El Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria determinará cuáles se adaptan mejor al clima y suelo del país.

A partir de los resultados, los laboratorios podrán dedicarse a la producción comercial.

PRODUCCIÓN Y SEGURIDAD. El manejo de la planta debe ser completamente orgánico y no puede producirse a cielo abierto. “Ningún agroquímico puede tener, nada que pueda alterar su composición”, advirtió Torales.

Como la mayor concentración de tetrahidrocannabinol (THC) y cannabinol, que son los componentes buscados para la fabricación del medicamento, se concentran en la flor, una vez que se extraiga de la planta el aceite, será destruida la misma.

Además, se debe conocer de antemano a todo el personal encargado de esta iniciativa, que debe figurar en la solicitud de licencia, así como la localización y las dimensiones del invernadero, el sistema de transporte y el plan de seguridad.

Diferencias. Paraguay es el principal productor de marihuana de uso recreativo en Sudamérica, pero tanto su producción como comercialización están prohibidas. Se caracteriza por sus efectos sicoactivos, al contener THC superior a 0,5%, que es la principal diferencia con el de uso medicinal, que contempla ese porcentaje como un tope, indica el Decreto Nº 9303.

La participación activa de la Senad es justamente para controlar que se cumplan con parámetros legales en todo el proceso.

En cuanto al otro programa estatal que se rige por el Decreto Nº 2725 y que se enfoca en la misma planta, el Ministerio de Agricultura y Ganadería refiere como cáñamo, un sinónimo para marcar fronteras con el de uso medicinal. A partir de ella se busca producir aceite comestible, harina, fibras, y otros.

Primeras experiencias del aceite de cannabis

La ley del cannabis medicinal se promulgó en el 2017, tras una serie de debates entre políticos y la sociedad.

Al año siguiente, Laboratorios Lasca empezó a importar materia prima 100% pura de Holanda para fabricar el aceite y venderlo a G. 150.000 en las farmacias; antes compraba el producto ya elaborado de Estados Unidos, con permisos especiales del Ministerio de Salud, explicó el gerente Luis Ávila.

Todo este proceso sirvió a la institución para poner a prueba su uso en el país, mientras avanzaba a la tercera etapa, que incluye el cultivo de la planta a cargo de los laboratorios.

DETRACTORES. Miembros de la organización Mamá Cultiva, que aglomera principalmente a madres y padres con niños que viven con epilepsia refractaria, no están de acuerdo con la normativa.

Cynthia Farina, una de las representantes, criticó que en el Congreso Nacional no se haya aceptado la inclusión del autocultivo que promueve el grupo.
Explicó además que la ley contempla hasta 0,5% de THC, mientras que algunos pacientes necesitan una mayor dosis de tetrahidrocannabinol.

Por eso la organización propone la modificación de la Ley 1340, que reprime el tráfico ilícito de drogas ilícitas, y pide que no se criminalice el autocultivo destinado a la fabricación de aceite medicinal. Farina agregó que lo ideal sería que un laboratorio público se encargue del programa.UH

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