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El desafío de cultivar soja en el árido Chaco

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El próximo verano se iniciarán las experimentaciones con el fin de encontrar una variedad de soja que pueda adaptarse al árido suelo chaqueño. Especialistas norteamericanos colaboran en el ambicioso emprendimiento.
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Uno de los climas más duros del país para el desarrollo de la agricultura, el del Chaco paraguayo, será puesto a prueba en la próxima zafra, con el desarrollo de investigaciones que buscan encontrar una variedad de soja que sea tolerante a las altas temperaturas.

El Ing. Agr. Luis Cubilla, asesor agrícola de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), explica que se trata de un emprendimiento en colaboración con el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), institución que cuenta con un banco de alrededor de 20.000 variedades de soja.

Los ensayos se iniciarán entre enero y febrero de 2015, “porque es la época en que en el Chaco se da el clima ideal para la siembra, por el tema de la humedad”, explica el asesor agrícola. Añade que inicialmente se trabajará con 20 “variedades de soja con tolerancia al calor, traídas de diferentes partes de Estados Unidos, como Mississipi, Missouri, Carolina del Norte”. Mencionó que las variedades a ser puestas a prueba en el Chaco paraguayo incluso están siendo probados en estados muy secos como el de Arizona.

Cubilla detalló que el organismo norteamericano trabaja con semillas convencionales, por lo que en la etapa de experimentación no se utilizarán aún las semillas genéticamente modificadas; sin embargo, expuso que “una vez que logremos encontrar alguna variedad adaptada a las condiciones chaqueñas, podremos introducir mediante convenio con Monsanto los genes resistentes a lepidópteros y glifosato, pero originalmente los materiales genéticos son todos convencionales”.

En cuanto a la utilización de materiales modificados, el Ing. Cubilla manifestó que “prácticamente el 100% de la soja cultivada en Paraguay es genéticamente modificada, inclusive las variedades que están siendo probadas en el Chaco” y principalmente para controlar las malezas y las plagas.

ZONA DE EXPERIMENTACIÓN

Los sitios donde se realizarán los primeros ensayos para encontrar una variedad adaptable del grano serán los campos experimentales de las cooperativas Chortitzer, en Loma Plata, y Fernheim, en Filadelfia. Según detalló, luego de que se logre identificar las variedades resistentes a las altas temperaturas se abocarán a las variedades transgénicas resistentes a la sequía.

“Todavía no son variedades resistentes a la sequía, son variedades que van a tener tolerancia al calor, pero aguardamos las variedades que están siendo trabajadas por Monsanto, todavía en un estadio de investigación», indicó. Además, mencionó que en esta campaña van a probar “variedades tolerantes a los suelos salinos, que también abunda en el Chaco”. Durante las primeras pruebas, el Ing. Cubilla manifestó que se utilizarán irrisorios espacios de los campos experimentales, que no van a llegar “ni a una hectárea”.

IMPACTO

“No le vemos ningún impacto negativo, absolutamente. Se trata de parcelas experimentales pequeñas. Desde luego estamos trabajando con la WCS, una ONG ambientalista que maneja corredores biológicos del Chaco”, puntualizó. Precisó que dicha ONG participó de los trabajos previos y enfatizó que las condiciones ambientales serán tenidas muy en cuenta.ABC

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