La agenda de desarrollo pos 2015, descolonizar los modelos a seguir

En búsqueda de una re­ceta eficiente y eficaz con miras a la consecución de objetivos fijos para el 2030, Alicia Bárcena, se­cretaria de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mencionó, a inicios del mes pasado, que urge “descolonizar” los pasos a seguir por las naciones latinoamericanas.

Impulsando a fijar metas universales dejando atrás aquellas prescritas por los países avanzados para los que están en desarrollo, se busca lograr un debate so­bre cuáles son las priori­dades de la región y de esa manera marcar la agenda de desarrollo pos 2015.

La implementación de nuevos mecanismos fi­nancieros, como un im­puesto global sobre flujos especulativos o el refor­zamiento de mecanismos regionales que ya existen; además de la construcción de pactos para la igualdad, para el cierre a nivel na­cional de las brechas es­tructurales existentes, se configuran como puntos básicos de acción para los años venideros.

FALENCIAS
Ya a mediados del 2014 hay muchos puntos que no han sido subsanados, y Paraguay no ha estado contrastando con la ten­dencia latinoamericana.

La erradicación de la po­breza y la reducción de la desigualdad son los retos persistentes en la parte media y baja del continen­te, en donde aproximada­mente 67 millones de per­sonas viven en situación de extrema pobreza.

En Paraguay este indi­cador ha presentado una importante reducción, aunque no es suficiente, actualmente el 10% de la población vive en extrema pobreza, según los docu­mentos oficiales.

Otro de los puntos recal­cados en el documento de la Cepal es que el progreso del país puede ser mucho mayor que el registrado, por lo que se presenta in­suficiente a pesar de los grandes avances en áreas como la conectividad y regímenes aduaneros y fiscales.

Además, se hace hin­capié en que la vulnera­bilidad de la población es aún grande, explicada entre otros factores por la poca diversificación de las exportaciones, lo que hace volátil el ingreso de divisas.

AGENDA
Los cambios que están dándose en la región son rápidos y enfrentan cada vez más desafíos nuevos, especialmente en cam­pos como la energía y la urbanización.

Según el documento “Pactos para la igualdad: hacia un futuro soste­nible” se propone como medios de ejecución la combinación de recursos financieros y el desarro­llo y las transferencias de tecnología como mo­tor de la creación de ma­yor valor agregado en la producción.

Como medidas futuras para velar por la soste­nibilidad, se insta a un cambio estructural, ac­ceso universal a la edu­cación, salud y a la capa­cidad de incorporación del proceso tecnológico, mejoramiento de la me­dición del PIB, en donde las cuentas nacionales reflejen los verdaderos costos de la producción y el acceso real a la infor­mación, entre otros.

Como nuevos indicado­res sobre la inclusión se tiene en cuenta la pro­porción del empleo in­formal sobre el empleo total, porcentaje de los jóvenes que no estudia ni trabaja, urbanización, entre otros, a fin de con­figurar políticas en base a un mejor nivel de in­formación.

La necesidad de una fis­calidad de carácter pro­gresivo y redistributivo es una condición indis­pensable para lograr las metas propuestas, ade­más del aumento de la inversión pública y pri­vada “orientada a la in­dustrialización y diver­sificación productiva con mayor contenido en tec­nología y conocimiento”.5 dias