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Mantener competitiva a la agroindustria

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La agroindustria tiene un fuerte impacto en los resultados macroeconómicos y en el bienestar de la población, según la gerente general de la Cámara Paraguaya de Procesadoras de Oleaginosas y Cereales (CAPPRO), Sandra Noguera Vargas. Por ello, este gremio impulsa la industrialización de oleaginosas y cereales y el agregado de valor a la producción, en coordinación con el sector público, generando divisas y puestos de trabajo en Paraguay, con responsabilidad social y medioambiental.
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Actualmente la CAPPRO está conformada por 9 empresas industriales que procesan oleaginosas para la obtención de la harina, cascarilla de soja y aceite crudo y refinado. Algunos de los asociados también realizan otros procesos industriales conexos, como envasado de aceites comestibles, producción de grasas y margarinas. Las firmas asociadas y principales procesadoras de oleaginosas del país son ADM, ALGISA, BISA, Bunge, Cargill, ContiParaguay, COPAGRA, MERCO (LDC) y Oleaginosa Raatz.

La gerente general del gremio Sandra Noguera brindó a FOCO un panorama de este sector que clama por medidas que permitan a las industrias de molienda mantener su competitividad frente a otros países. Esto es vital, ya que el sector agroindustrial lejos de ir afianzándose y creciendo, está contrayéndose.

¿Qué inversiones hizo el sector agroindustrial en Paraguay en la última década?

En cuanto a la situación estructural, el sector agroindustrial tuvo un fuerte impulso de crecimiento e inversiones a principios de esta década cuando nuestros asociados hicieron inversiones por más de 500 millones de dólares tanto en la instalación de nuevas fábricas como para la modernización y aumento de capacidad instalada de fábricas. Gracias a este impulso la capacidad de procesamiento pasó de 1,5 millones de toneladas anuales a 4 millones de toneladas anuales. Este valor alcanza apenas al 45% de la producción nacional, cifra significativamente inferior al de nuestros vecinos de la región. Ese proceso de inversiones culminó hacia el año 2013 y desde ese entonces han pasado 4 años sin nuevos anuncios de inversiones ni aumento de la capacidad de procesamiento instalada.

¿Esto a qué se debe?

La entrada en vigor del Decreto Nº 1029 que reglamenta la Ley Nº 5061 frenó las inversiones en el sector industrial de oleaginosas por la falta de una señal clara del Estado. Un dato categórico es que, desde enero de 2014 a la fecha, no se ha invertido un dólar más en ampliación de capacidad fabril instalada, sólo se realiza mantenimiento de las instalaciones. Además, se suman las desventajas que enfrenta el sector agroindustrial frente a la exportación de materia prima para que se procese tanto en países vecinos como en otros lugares del mundo, fundamentalmente Europa y Rusia. Los países importadores de soja paraguaya ponen trabas o impuestos a la importación de harina y aceite y permiten la libre importación del poroto de soja en estado natural generando una ventaja para las inversiones y la instalación de las fábricas en sus países, asegurando así el efecto beneficioso que produce cualquier desarrollo industrial: Agregado de valor, generación de puestos de trabajo calificados, inversiones, etc. En definitiva, más riqueza.
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¿Cómo fue el 2016?

Las alertas que nuestro gremio anunció durante todo el 2016 se cumplieron y cerramos el año con un retroceso en comparación al 2015, tanto en el agregado de valor como en el nivel y volumen de industrialización de la soja; en un año en que se esperaba un mayor volumen de industrialización proyectado en base a la producción récord de materia prima que fue de aproximadamente 9,2 millones de toneladas.

Estos resultados negativos, registrados a nivel industrial, se debieron a una combinación de factores, principalmente el restablecimiento de la importación de soja bajo el régimen de admisión temporaria en Argentina, que en el 2016 registró 689.571 ton./ soja paraguaya en estado natural importadas para su procesamiento en dicho país; sumado a la mejora en la eficiencia de las cargas y el aumento en la disponibilidad de bodegas para la exportación de soja en estado natural. En diciembre hubo una drástica caída del volumen procesado, la mayoría de las plantas industriales cesaron su producción en noviembre por falta de materia prima y en diciembre el volumen de molienda fue de tan solo 32.953 ton. de soja, cumpliéndose la escasez de materia prima anunciada.

¿Cuánta soja se procesó en el 2016?

En el año 2016 se procesó un volumen total de 3.625.805 ton. de soja, casi 40.000 ton. menos que en el año anterior que se procesó un total de 3.665.576 ton. Esto, en la práctica, generó un retroceso en el nivel de industrialización de 5 puntos porcentuales y se pasó de procesar el 44% de la soja que se produce en el país en el 2015 a tan solo el 39 % en el 2016. Esta contracción que afectó y sigue afectando al sector industrial, es triste y lamentable porque Paraguay venía viviendo un proceso de crecimiento de la industrialización.

¿Cuál fue la consecuencia directa?

Se presentaron márgenes negativos en la industria, lo cual agravó el panorama industrial en el 2016 y provocó que sea aún más atractivo y rentable exportar el grano en estado natural. La exportación de soja en granos es el sector que más ha crecido en el 2016, las exportaciones totales de soja en estado natural alcanzaron al cierre del año un volumen de 5.369.610 toneladas, que representó casi el 60% de la Producción Nacional, volumen de 17% superior al del 2015. Para el 2017 el panorama no se está presentando diferente, la situación adversa para la industria estaría persistiendo e inclusive podría acentuarse si el Gobierno no toma medidas urgentes para contrarrestar los diferenciales que otros países tienen en vigor, para que la industria de molienda nacional mantenga su competitividad.

¿Cómo iniciaron el año las fábricas nacionales?

Con un bajo nivel de industrialización, por el retraso de la llegada de la cosecha a las fábricas, debido a las condiciones climáticas durante el desarrollo del cultivo. La cosecha tuvo unos 20 días de atraso respecto al año anterior, a causa de las bajas temperaturas registradas en los meses de octubre y noviembre. Hoy, las condiciones climáticas iniciales cambiaron y se espera obtener una excelente cosecha de soja en términos de volumen, aunque se vuelve a ver una tendencia negativa en la calidad proteica de la soja paraguaya, que podría repercutir en la calidad de la harina. Si bien, el año aún está iniciando y es difícil estimar con exactitud cómo se comportará el mercado interno de la soja, los rindes y la calidad de los derivados obtenidos en la industria que dependen de la calidad de los granos se verían afectados. El panorama para el sector agroindustrial este 2017 no es alentador. Existe un consenso generalizado en el sector que será nuevamente un año difícil para la industria. La situación desfavorable y las amenazas de contracción siguen latentes y la tendencia es que siga cayendo el procesamiento industrial, lo que podría traer pérdida de puestos de trabajo.

¿Cuáles son las cuestiones que más preocupan a los empresarios de este sector?

Una las preocupaciones -que resta competitividad a las industrias locales, respecto a las que están en otros países- es que en Paraguay, a las empresas industriales de este sector, se les devuelve solo el 50% del IVA. En la práctica, no existe una diferenciación y se le da idéntico tratamiento fiscal a una empresa que exporta harinas y aceites; que a una empresa que exporta solamente granos en estado natural. La Ley N° 5061/13 estableció que había que realizar una devolución de IVA selectiva, diferenciada entre aquellas empresas que industrializaban y aquellas que no lo hacían. Lastimosamente en el Decreto N° 1029/13, que reglamentó esa ley, nos calificó como industrias de procesos incipientes, con lo cual estamos totalmente en desacuerdo, teniendo en cuenta los niveles de inversión y complejidad que involucra el procesamiento de estos granos y por la transformación de la materia prima que se realiza en nuestras fábricas. Estamos pidiendo al Gobierno que subsane esta situación haciendo una modificación al mencionado decreto y que las industrias que exporten harinas y aceites recuperen el 100% del IVA como lo establece la Ley Nº 5061.

¿Esto qué efectos tiene?

El actual sistema impositivo y la falta de implementación por parte del Gobierno de mecanismos que contrarresten y compensen los diferenciales que otros países tienen en vigor está fomentando un retroceso hacia una economía basada en la exportación de granos en estado natural, aportando poco al Estado en cuanto a impuestos y al país en cuanto a generación de empleo.

En materia de precios, ¿cómo cotiza Paraguay sus productos en el plano internacional?

Paraguay cotiza sus productos agrícolas (Commodities), como grano de soja (materia prima), los aceites, harinas y otros derivados de soja, de la misma manera que lo realizan otros países del mundo, en el mercado de los commodities son la oferta y demanda de un producto en una región determinada las que forman el precio en función a ese punto geográfico. Los Mercados Regionales son mercados referenciales para la formación de precios. Por ejemplo, el CBOT (Chicago Board Of Trade) es un mercado de referencia mundialmente aceptado, donde la oferta y demanda forman los precios de los Productos Agrícolas (Commodities) para entrega en EE.UU. En América del Sur los dos Mercados Regionales referenciales más utilizados son FOB Paranaguá (Brasil) y FOB Up-River (Rosario, Argentina o Nueva Palmira, Uruguay).

Además de los principales rubros ¿Cuáles serían otros con mejores perspectivas?

Para poder hablar de las buenas perspectivas de producción de otros rubros y el desarrollo total de la cadena de valor de las oleaginosas es necesario que se presente el escenario propicio con la implementación de una política industrial de gran potencia que consolide la industria de la molienda, que es importante para el posterior desarrollo de otros eslabones de la cadena completa: Avícola, porcina, piscicultura, láctea, biodiesel, margarinas entre otros. Nuestro Gobierno, debe tomar medidas para que la industria nacional pueda competir con otros países en igualdad de condiciones, lo cual nos permitirá producir para el mercado nacional y de exportación balanceados de animales con harinas vegetales proteicas, aceites refinados, biodiesel, lecitina de soja, mayonesa, salsas de soja, leche de soja, proteínas convertidas en biomedicamentos, carnes de todo tipo, leche en polvo, quesos, etc., en vez de solamente granos en estado natural. Sólo la industria es capaz de agregar valor a nuestras materias primas en el país de modo a generar riqueza y trabajo localmente.
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¿Cómo impacta en la macroeconomía el sector agroindustrial?

Las condiciones agroecológicas reinantes en Paraguay son ideales para el desarrollo y expansión de la producción de soja y su industrialización, convirtiéndola en la actividad agroindustrial más importante del país, tanto por su área y volumen de producción como por el aporte económico a través de los ingresos por las exportaciones de granos y los productos derivados de la industria de molienda (harina, cascarilla y aceite). El sector agroindustrial genera aproximadamente el 29% del valor bruto de la producción total del país y representa el 62% del valor total de las exportaciones del Paraguay. Teniendo en cuenta solo el complejo soja (Granos y Derivados), el mismo representa el 40% de las divisas que generan las exportaciones totales del país, el rubro más importante de generación de divisas del Paraguay. Actualmente, el 60% de la soja se exporta en estado natural, y el restante 40% se exporta en forma industrializada

¿A cuántas personas emplea el sector?

En la actualidad la industria de molienda de soja paraguaya da trabajo a más de 5.600 personas; 1.400 de manera directa en las plantas que requieren mano de obra calificada, y aproximadamente 4.200 de manera indirecta en empresas de servicios y mantenimiento conexas como son las empresas de mantenimiento, montajes, ingeniería, navieras, etc.

¿A qué países se exportan los productos? ¿Qué cantidades por rubro?

Los destinos de exportación de granos de soja que el Paraguay ha conseguido en estos últimos años son principalmente la Unión Europea, además de Turquía, Rusia y Brasil, a los cuales se sumó en el 2016 la nueva demanda de Argentina, incentivada por un tratamiento tributario especial llamado régimen de admisión temporaria. Según datos del VUE en el 2016 los 5 principales destinos según rubro fueron la harina de soja: Unión Europea (1,33 millones ton.), Perú (270 mil ton.), Chile (140 mil ton.), Japón (124 mil ton.) y Ecuador (97 mil ton.); aceite de soja: India (315 mil ton.), Bangladesh (193 mil ton.), Egipto (35 mil ton.), Unión Europea (33 mil ton.) y Pakistán (20 mil ton.); granos de soja: Unión Europea (más de 1,6 millones), Rusia (992 mil ton.), Turquía (622 mil ton.), Brasil (374 mil ton.), y Argentina (334 mil).

¿Qué esperan del presente año?

La industria de molienda de soja paraguaya se encuentra en un punto de inflexión. El sector agroindustrial lejos de ir afianzándose y creciendo, está contrayéndose. Para el desarrollo sustentable de la economía paraguaya, el país debería contar con una política de estado firme que proteja y desarrolle la industrialización de esta y otras materias primas dentro de las fronteras del país. Tenemos la expectativa de trabajar en conjunto con el Gobierno en un Plan Agroindustrial Nacional que permita implementar políticas espejo que neutralicen y/o mitiguen las medidas que otros gobiernos están tomando para atraer los recursos económicos y generar las inversiones, el agregado de valor y el empleo en sus países.

¿Qué iniciativas están realizando para acompañar el desarrollo del pequeño productor?

Las empresas del sector tienen desarrollados distintos sistemas para trabajar muy cerca del productor agrícola. A los pequeños productores se les provee varios servicios, entre ellos: se les otorga financiamiento de costos operativos, insumos de calidad, fijación de precios anticipada, logística y almacenaje. Los socios cuentan con silos distribuidos estratégicamente en las principales regiones de producción, desde donde acompañan y dan soporte al productor para mejorar la sustentabilidad y productividad de las fincas. Las industrias aglutinadas en la CAPPRO, con estos servicios al productor, la generación de fuentes de trabajo de calidad, ingresos dignos y seguridad laboral, generan un impacto positivo en el bienestar de las familias paraguayas. Asimismo, sumando a este esfuerzo de acción social a través de la generación de empleos, las empresas asociadas participan de varios proyectos que tienen objetivos de responsabilidad social y medioambiental.

Sandra Noguera, gerente General de la CAPPRO Sandra Noguera, gerente General de la CAPPRO
PERFIL

Abogada Senior, egresada Summa Cum Laude de la Facultad de Derecho de la UNA, Master en Asesoría Fiscal por la Universidad de Navarra, España, con experiencia gerencial y en gestión de proyectos.

Realizó estudios complementarios de Preparación para el Examen de Certificación Internacional de PMP (Project Management Professional) del PMI, de Iniciación y Planificación de Proyectos, Negociación, Gestión Empresarial Exitosa para Pymes, cursos de Media Training, entre otros.

Actualmente ocupa el cargo de Gerente General de la CAPPRO.

Fue asesora legal de empresas nacionales y extranjeras por más de 10 años.
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