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Sistema de riego subterráneo

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Sistema de riego subterráneo – Ing. Agr. Sebald Hahn (*)

Hoy el riego por goteo subterráneo representa una opción muy importante para los cultivos extensivos (soja, maíz, girasol, entre otros), principalmente por las condiciones climáticas impredecibles de Paraguay. Por tal motivo, se busca mantener el potencial de las parcelas mediante la provisión de agua a baja presión y directamente a la zona radicular de la planta. Así, la planta optimiza el aprovechamiento del recurso hídrico y de nutrientes específicos, ya que el sistema posibilita la realización del fertirriego.

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El riego por goteo subterráneo empezó a utilizarse por primera vez en Israel, ya que este país es el que desarrolla prototipos y sistemas de irrigación desde los años 70. Este sistema consiste en enterrar básicamente la cañería del riego a una profundidad determinada y activarlo como cualquier otro. Sin embargo, la manguera de riego subterráneo no es igual a la convencional, pues tiene características específicas para su funcionamiento bajo tierra.

VENTAJAS DEL SISTEMA

El primer beneficio del sistema tiene relación con el consumo de agua, ya que los costos operativos son relativamente bajos, pues se trabaja a baja presión y el valor del mantenimiento es ínfimo. Otra ventaja es la posibilidad del fertirriego, ya que, aparte de aplicar agua de riego, es posible incorporar elementos nutritivos o defensivos a la planta, con lo cual se mejora aún más la eficiencia del sistema.

El sistema de riego subterráneo permite la hidratación de la planta en aquella zona donde mayormente lo requiere: el sistema radicular. Como consecuencia, al no tener déficit, expresa su máximo rendimiento.

PROYECTO

Antes del instalar el sistema, un equipo de profesionales técnicos visita al productor a fin de tomar todos los datos de la finca. “Hay que tener en cuenta que cada proyecto es como un traje a medida”. Se consideran: tipos de fuente de agua, altimetría, área, relieve, topografía; calidad y cantidad del agua, disponibilidad de corriente eléctrica, entre otros. Toda la información es derivada a un departamento de diseño, en el cual ingenieros locales y extranjeros confeccionan el proyecto de riego propiamente dicho. También se hace la cotización, que se entregará al cliente una vez confirmado el proyecto.

INSTALACIÓN

Cuando el productor da su visto bueno, se trasladan todas las máquinas de instalación al campo para la puesta en marcha del sistema de riego. Lo primero es que existe una máquina específica dedicada a enterrar las cañerías. La misma fue desarrollada por varios profesionales de Israel, quienes proveyeron algunos componentes, pero el chasis se armó en Paraguay. La “enterradora de cañerías” fue el fruto de dos años de trabajo de adaptación a los distintos tipos de suelos del Paraguay; tanto en la región oriental como occidental; o sea, en suelos arcillosos y arenosos. La maquinaria puede enterrar un promedio de 5 a 7 ha de cañerías por día, a una profundidad máxima de unos 40 cm. Su autonomía es de 1 ha por hora, aunque depende mucho del terreno donde se quiera instalar el sistema.

COMPONENTES

Existen dos insumos fundamentales para la instalación del sistema de riego subterráneo: la disponibilidad de agua en cantidad y calidad; y la de corriente eléctrica (trifásica). Luego, los componentes se dividen en una casilla de bombeo o cabezal de filtración; en los sistemas de filtraje (filtro de anillas) y en los de fertiirrigación (dispositivo Venturi), los cuales dependen de la calidad del agua. De acuerdo al tamaño y complejidad del proyecto, varía el tipo de dispositivo para inyección de fertilizante. En el campo están las cañerías principales y secundarias; las mangueras de goteo, las válvulas, caseta de bombeo y las computadoras de automatización de riego, que sirven para abrir y cerrar las válvulas de los distintos lotes de riego, los dispositivos flushing o válvulas de purga para el mantenimiento del sistema.

EXPERIENCIA EN CAMPO NUEVO

En el distrito de J. Eulogio Estigarribia se llevó a cabo un proyecto para la instalación del sistema de riego subterráneo en 40 ha de producción. Un 50 % de la superficie se dedicó al cultivo de maíz, mientras que la mitad restante a la soja. Según los primeros cálculos, se estima un rendimiento de 60 a 70 ton. de materia verde de maíz por ha, y de 4000 a 5000 kg de soja por ha.

Se constató, además, que la temperatura de las hojas de la planta es menor en 2 y 3 °C en aquellas parcelas que adoptan el sistema. Eso repercute mucho en cuanto a la tasa fotosintética, relacionada directamente a la producción vegetativa de la planta y, por ende, a la producción.

MANTENIMIENTO

Según información proveniente de los Estados Unidos, existen sistemas de riego subterráneo instalados hace 30 años y cuya durabilidad se sostiene gracias al mantenimiento que se realiza. El mantenimiento básico empieza por la limpieza de filtro, la purga de las válvulas y algunas veces, dependiendo de la calidad de agua, se inyectan ciertos productos para reducir el encostramiento de las tuberías. Hay que cuidar, sobre todo, los productos que se utilizan en fertirriego, es decir, respetar la solubilidad y la compatibilidad de estos en el agua. Atendiendo a todos los ítems mencionados, puede lograrse una vida útil mínima de 15 a 20 años. En Texas, Estados Unidos, existen 110.000 ha con este sistema de riego, muchos de ellos con tres décadas años de uso.

SISTEMA DE FILTRAJE

En gran medida, el mantenimiento depende del sistema de filtraje. En emprendimientos grandes es automático. La autolimpieza se puede computarizar, pero siempre deberá cuidarse el fertilizante a utilizar. Se recomienda el uso de ácidos una vez al año, para evitar el encostramiento, pero, como se mencionó, todo depende de la calidad del agua. De acuerdo al proyecto, y a través de un estudio general del emprendimiento, también se establece un plan de mantenimiento.

RESERVORIO DE AGUA

La fuente de agua es fundamental para la implementación de este sistema. En aquellas zonas, donde el caudal de los pozos artesianos es bajo, conviene hacer un reservorio alimentado por un cauce hídrico o por la lluvia. Pero ¿cómo se calcula las dimensiones de un reservorio de agua? Es necesario calcular el consumo diario de las ha a utilizar, que generalmente está estimado para una lamina máxima de 6 mm, es decir, 60.000 l/ha. Dicha cifra se multiplica por la cantidad de ha. En el caso del proyecto de Campo 9, el sistema fue alimentado por tres pozos artesianos de 40.000 l/h.

En aguas de reservorio, deberá utilizarse un filtro de gravas debido a que tiene muchos sólidos en suspensión y genera problemas de algas. En aguas de pozo artesiano con poca arena pueden utilizarse simples filtros de anillas, mientras que en aquellas con mucha arena, se recurrirá a los hidrociclones. Por ende, la fuente de agua determina el tipo de filtro a utilizar.

VARIABLES PARA EL PRODUCTOR

Actualmente, existen varios factores que impulsan al productor a introducir tecnologías en sus campos. Uno es el precio elevado de las tierras; otro es el cambio climático. “Este año, por ejemplo, se demostró que los pronósticos no son confiables. Se entró en déficit hídrico en octubre e influyó en los cultivos, sobre todo en la soja y eso obliga a pensar en la tecnología de riego”.

Es una necesidad para el productor buscar un sistema de riego eficiente y, el que mejor se adapta al Paraguay es el subterráneo.

SUBTERRÁNEO VERSUS PÍVOT

Para comprender las diferencias entre los sistemas de riego extensivos, hacemos una comparación entre el pívot y el goteo subterráneo. El primero, tira de 8 a 12 mm de agua por día, mientras que el subterráneo está por los 5 mm por día. Esto implica la mitad del líquido vital para bombear. Por otra parte, el pívot trabaja con alta presión, mientras que el subterráneo con baja. De acuerdo a los cálculos y costos operativos, el pívot en un principio, es más económico que el subterráneo, pero la línea de gastos va para arriba, ya que implica mayor consumo de agua y electricidad. El riego por goteo subterráneo trabaja a una presión mucho menor que los sistemas de aspersión. Finalmente, la eficiencia en cuanto a menor pérdida de agua, ronda los 95 % en el subterráneo y un 75 % en los demás sistemas. A pesar de los múltiples beneficios, el riego subterráneo obliga al productor a hacer un buen manejo de suelo, ya que puede existir un problema de erosión y compactación que impide que pueda pasarse una máquina subsoladora o un rastrón por la parcela, ya que ello afectará las cañerías. Este sistema requiere de una buena rotación de cultivos que mantenga la fertilidad del suelo.

(*) Especialista en sistemas de riego
ABC

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